Dar razón de lo que somos, lo que tenemos, aquello que nos desborda, aquello por lo cual nos identificamos, en donde nos sentimos únicos y originales, en lo que nos sentimos seguros y que nos sale fácil al actuar y al hacerlo nos damos cuenta del todo el bien que se realiza en las personas que nos rodean.
Su fuente está en el interior de uno mismo; de allí podemos sacar esa fuerza para poder ser nosotros mismos.
Y en ese centro de uno mismo está Él. Éste Dios que es ternura, que se hizo hombre para demostrarnos el Amor que nos tiene a cada uno y que nos invita hacer lo mismo: Amar. Y al amar de una manera original que ningún otro lo pueda hacer ya que somos únicos.