La montaña es el símbolo de la estabilidad, del aplomo, de lo perdurable, de la trascendencia.
Ya puede haber huracán, terremoto… la montaña permanece, nos da garantía de estabilidad.
El alma permanece asegurada en esa Presencia de Dios.
Deja que en el silencio tu corazón se vuelva estable como una montaña.
De La Posada del silencio, OP