Jesús viene el mundo como un bebé pequeñito, porque necesita pasar desapercibido de manera clandestina tras líneas enemigas. Un mundo lleno de pecado es un mundo ocupado por el demonio, o de otra forma los planes de Dios para él no se están llevando a cabo del todo sino que está en garras de ciertos poderes, poderes de violencia, odio, división, enfermedades espirituales. Así que Jesús llega clandestinamente, tras líneas enemigas porque quería pelear, pero como veremos no de la manera del mundo, no con las armas del mundo pero si viene a pelear. Ahora les compartiré esta historia navideña que tal vez ya es demasiado familiar para ustedes, es la historia de Jesús, EL GUERRERO. Es la propuesta de dos reyes, que entrarían en batalla en los tiempos de Jesús, aquí se nos presenta al principio del evangelio de Lucas, miren como está escrito:
Lucas 2,1. Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria, Cirino. Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad.
La historia comienza como la mayoría de las historias y poemas del mundo antiguo comenzaban, evocando al poderoso Cirino, el gobernador romano de siria, que incluía a la región donde estaba Jesús, y el más grande de todos Cesar Augusto. El emperador romano, el rey del mundo. Ahora bien fíjense, Cesar está llevando a cabo, una acción paradigmáticamente poderosa, está haciendo un censo de todo el mundo. ¿Recuerdan el viejo testamento? ¿Cuándo David hace el censo del pueblo y Dios no está contento? Y Dios castiga a David porque no le gusta al dios del censo. El censo era una expresión de poder, cuentas a la gente y puedes cobrar impuestos más eficientemente, cuentas a la gente y puedes reclutar más eficientemente, cuentas a la gente y puedes manipularla y dominarla más eficientemente. Aquí está el rey del mundo haciendo algo paradigmáticamente poderoso.
Así comienza la historia, y uno dice, si! tiene sentido, estamos hablando de reyes. Y esta es la gran ironía, la historia no se trata de el en absoluto, se trata más bien de esta pareja, María y José. Caminando en un pueblito lleno de polvo, en una esquina del imperio del Cesar a otro, obedeciendo su censo. La historia trata de ellos y del niño que viene después. Lucas nos está forzando a ver algo: esta es la historia de dos reyes. Si! mantén a Augusto en mente, pero enfócate a hora en este extraño nuevo rey que está llegando. Porque su trabajo es hacer batalla a esta manera de ver al mundo. Su trabajo, fue hacer la guerra al mundo, a todo lo que Cesar Augusto representa y personificar una nueva forma de vida. Escuchen como se desarrolla la historia:
Lucas 2,4. Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.
No hay lugar para ellos en belén, en el principio de la era. ¿Qué significa esto? No hay lugar para esta gente. ¿Pueden imaginarse el hostal para los viajeros en este pueblito fantasma de belén?
No estamos hablando de un hotel, no estamos hablando de un castillo, estamos hablando de un hostal del menor nivel inimaginable y hasta eso ha sido bueno para ellos. Y este niño nace a la afueras de este horrible lugar. ¿Dónde está Cesar Augusto? Cesar Augusto está en su palacio, en la colina palatina, ahí es donde viven los emperadores, de ahí esas palabras, palazo, palacio, palatino, era probablemente la mejor casa del mundo antiguo. Ahí es donde estaba Cesar Augusto, era la persona más protegida del mundo antiguo. La palabra en latín pala quiere decir techo, tenía el mejor techo sobre su cabeza, tenía el mejor lugar para vivir, el lugar más seguro, el más elegante. Por este otro lado está este nuevo rey, no tiene un lugar donde vivir, no tiene un techo sobre su cabeza, nacido en una cueva en el campo. ¿Qué estamos viendo? A los ojos del mundo, dominado por el pecado, la buena vida es la vida protegida, la buena vida es la vida elegante, rodeada de cosas bellas. ¿Cuál es la verdadera vida? La vida desprotegida, vulnerable, expuesta a no estar segura por amor. Este nuevo rey toma una posición completamente nueva, en su cueva en el campo. María da a luz a su hijo, y lo envuelve en pañales. ¡Como aman esta imagen los Padres de la iglesia! ¡Como lo han amado los artistas! Jesús envuelto en pañales. ¿Quién es la persona más poderosa del mundo? Ciertamente Cesar Augusto, el emperador romano. Nadie más poderoso que él. Cesar simplemente tenía que expresar sus deseos, y éstos eran cumplidos. En cualquier lugar del mundo conocido, él tenía este tipo de dominio. Ese tipo de señorío, ese tipo de control, de poder, y aquí está este nuevo rey, este bebé, este nuevo bebé recién nacido que aún no camina, un bebé recién nacido, ¿imaginas cuando cargas a tu hijo o a tu hija, o nieto recién nacido?, no tiene la fuerza para sostener su propia cabeza, es solo un pequeño niño, ahora envuelve a ese niño en pañales, haciéndolo aún menos poderoso. ¿Qué es la buena vida? El mundo dice la vida de libertad, de expansividad, poder, donde mi voluntad tiene el dominio. La buena vida verdadera es la que está atada al otro, El amor, donde mi voluntad no domina, donde voluntariamente me vuelvo débil, por el bien del otro. Los padres de la iglesia aman este hecho también. Los pañales evocan el sudario que cubrirá el cuerpo de Cristo después de su muerte. Jesús que está envuelto, evitado, controlado, porque está atado al otro en el amor. Ese es el verdadero rey. Esta es la buena vida. Lo envuelven en pañales y lo acuestan en un pesebre. Es el lugar donde se alimentan los animales. ¿Quién es la persona más bien alimentada del mundo? Sin lugar a dudas Cesar Augusto. Aplaude y le traen cualquier cosa que quiere. Cualquier alimento o bebida. Cualquier placer sensual que quiera. Es el más bien cuidado, el mejor alimentado del mundo antiguo. Esa es la buena vida. Protegida, libre, poderosa, llena de placeres. Y aquí esta este nuevo rey. Débil, envuelto, sin ningún lugar para quedarse, y no alimentado. Sino extendido en un pesebre donde los animales vienen a ser alimentados, viene a ser alimentados para el mundo. En el momento más crucial de su vida toma pan y vino y dice Este es mi cuerpo dado para ustedes. Cómanla. Esta es mi sangre derramada para ustedes. Bébanla. Cristo está ahí para alimentar al mundo. No para ser alimentado. Y después oímos que vinieron los pastores, no se pongan románticos cuando lo ven a ellos, hemos visto pastores en tarjetas navideñas, esas encantadoras figuras. En el mundo antiguo, los pastores eran la escoria, malhechores, no podían conservar un trabajo decente, su testimonio no valía en la corte, un pastor era en los barrios de la sociedad, la última persona que Cesar Augusto quería ser asociado serian pastores. Si, la gente les mantenía a distancia. Pero fue a aquellos que el ángel se les apareció, ellos son los primeros que oyen la buena nueva, con quien se asocia Jesús, no solo con los protegidos, ricos y poderosos, los que están en la cima de la rueda de la fortuna. Jesús desde el principio se asocia con los que son pobres, los olvidados, los que son odiados por la sociedad. Eso es la buena vida. Finalmente aparece una multitud del ejército celestial. ¿Con que armas peleaba Cesar Augusto? Con las armas del mundo. Tenía el ejército más grande y poderoso del mundo. ¿Cuál es el ejército de Dios? Una multitud de ángeles. ¿Y cómo peleaban estos ángeles? Con las armas de Dios. ¿Y cuáles son? San Pablo nos dice en la carta a los Efesios 6, 10-13. 18: Por eso, para que puedan resistir en los momentos difíciles y quedar definitivamente victoriosos, revístanse con la armadura de Dios. Oren y supliquen continuamente con la ayuda del Espíritu Santo. Velen en oración constante por todo el pueblo cristiano. Palabra de Dios. Gloria a ti Señor Jesús. Ven Señor Jesús!!