Tanto Amor en la Cruz

lunes, 20 de mayo de
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 Tanta belleza encerrada en la gota de lluvia que cae y desborda para abrazar lo que toca. Para brindarse entera y deshacerse por entregar su húmedo ser en el lugar que le tocó caer. Lugar que no eligió, pero sin embargo, lugar que humedeció.

Tanta belleza en la lluvia y yo en la ventana mirando aburrido con miedo salir, mojarme y volver.

 

Tanta ternura en el niño que juega en cuclillas a crear en el barro que la lluvia dejó, la tierra que la gota abrazó.

Tanta ternura en el niño y yo mirando de lejos con miedo a agacharme, ensuciarme y enternecerme. Con miedo a querer.

 

Tanto dolor ahí afuera. Dolor que duele, sí. Pero también dolor que enseña, que acerca y humaniza. Dolor que nos da la oportunidad de caer, de aprender, de sacudirnos y por fin  levantarnos y volver a creer.

Tanto dolor ahí afuera, y yo encerrado blindándome entero jurando no salir, jurando no ser, por miedo a sufrir, por miedo a entender.

 

Tanto amor ahí colgado pendiendo de un clavo junto a mi pared, y yo con mi orgullo desvió mis ojos e intento no ver.

 

Tanto amor en la cruz. Amor con dolor. Dolor por amor.

Amor que se entrega como la gota de lluvia. Amor que enternece como el niño en el barro.

Amor con dolor. Dolor que enseña, sacude y levanta sólo por amor.

 

Tanto amor en la cruz y yo ahí parado insensato, impermeable. Con miedo a postrarme y saberme débil. Con miedo a mirarlo y enternecerme. Con miedo a empaparme de Él, a sufrir junto a Él, a entregarme con Él.

Tanto amor ahí colgado y yo con miedo a adorarlo y saberme amado. Con miedo al amor.

 

Mejor me levanto, sacudo mis polvos y abrazo sus pies. Mejor me desgarro la máscara de plástico y me muestro fiel. Mejor me enternezco me postro y adoro y sufro con Él.

 

Mejor dejo el miedo, abro mis ventanas y amo con Él.

 

Silvio Rodríguez