Le enviaron después a unos fariseos y herodianos para sorprenderlo en alguna de sus afirmaciones. Ellos fueron y le dijeron: “Maestro, sabemos que eres sincero y no tienes en cuenta la condición de las personas, porque no te fijas en la categoría de nadie, sino que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios. ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no? ¿Debemos pagarla o no?”. Pero él, conociendo su hipocresía, les dijo: “¿Por qué me tienden una trampa? Muéstrenme un denario”. Cuando se lo mostraron, preguntó: “¿De quién es esta figura y esta inscripción?”. Respondieron: “Del César”. Entonces Jesús les dijo: “Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios”. Y ellos quedaron sorprendidos por la respuesta.
Palabra de Dios
P. Raúl Gómez sacerdote de la Diócesis de Mendoza
Nos encontramos en torno a la palabra del Señor en este día, en el Evangelio vemos como a Jesús quieren ponerlo a prueba unos fariseos y quieren sorprenderlo en algunas de sus afirmaciones y sobre todo primero van con una actitud de cordialidad, alabar lo que hace y después viene la pregunta ¿Está permitido pagar los impuestos al Cesar?. Pero Jesús conociendo la hipocresía dice el Evangelio que les dijo ¿Porqué me tienden una trampa? y les pidió que le trajeran un denario y allí demostró que hay que dar al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios.
Debemos estar atentos y ante todo tenemos que buscar en todo agradar al Señor en cada gesto, palabra, actitud, aunque muchas veces las tentaciones del mundo pueden tendernos una trampa, atraernos hacia las cosas del mundo y alejarnos de las cosas de Dios.
Cada uno estamos llamados a cumplir lo que nos toca, debemos cumplir como ciudadanos en nuestra vida cotidiana, debemos responder a lo que nos corresponde.
Que esta palabra sea de luz, alegría, consuelo pero sobre todo que podamos ser responsables.
Que el Señor nos bendiga y nos acompañe toda la semana.