Esperar

domingo, 7 de julio de
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El término alemán "esperar" (warten) significa en realidad, vivir en el punto de observación. Warte es el lugar de observación, la torre de vigilancia. Esperar significa por lo tanto: observar alrededor para ver si viene alguien, mirar el entorno para ver qué se nos acerca.

 

Esperar puede significar también: poner atención a algo, cuidar algo así como el guardián (wärter) vigila a una persona y pone atención sobre ella. Esperar provoca ambas cosas en nosotros: la amplitud de la mirada y la atención en el instante que vivimos en ese preciso momento, en las personas con las que precisamente hablamos. la espera ensancha el corazón. Si espero siento que yo mismo no me soy suficiente.

 

 

Cada uno de nosotros conoce la sensación de esperar al novio o a la novia. Mira el reloj a cada instante para sabe si no es hora de que llegue. Está expectante en el momento en que el novio o la novia descienden del tren o tocan timbre a la puerta de casa, ¡y qué grande la decepción si en lugar del novio se encuentra otra persona frente a la puerta! La espera genera una tensión burbujeante. Sentimos que no nos somos suficientes. En la espera nos extendemos hacia aquello que toca nuestro corazón, que lo hace latir con mayor intensidad, que colma nuestro anhelo.

 

Fuente: "¡No olvides lo mejor!" Autor: Anselm Grün

 

 

 

Oleada Joven