Amor de todo amor

domingo, 7 de julio de
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Dios podría prescindir de nuestra oración. Es un misterio que le conceda un valor tal.

 

Él comprende todos los lenguajes humanos. Mantenerte en silencio ante Él, ya es orar: tus labios pueden permanecer cerrados, pero tu corazón le habla. Por el Espíritu Santo, Cristo ora en ti más de lo que imaginas.

 

 

En la oración común, el Espíritu de la alabanza permite percibir destellos de lo invisible. En ella recibres como una "descarga de sentido"… y amanece en ti el asombro de un Amor.

 

Si te distrajeras en la oración común, no te preocupes. Tu simple presencia expresa en sí toda una espera del Dios Vivo, es preludio de contemplación.

 

Libro: “Amor de todo amor” – Las fuentes de Taizé. Autor: Hermano Roger de Taizé

 

 

 

Oleada Joven