Que hoy reine la paz.
Que confíes en Dios en que estás exactamente donde tienes que estar.
Que no olvides las infinitas posibilidades que nacen de la fe.
Que utilices aquellos dones que has recibido, y que compartas el amor que te ha sido dado.
Que estés contento de saber que eres un hijo de Dios. Deja que esta presencia se asiente en tus huesos y le permita a tu alma la libertad de cantar, bailar, orar y amar.
Existe aquí para todos y cada uno de nosotros.