Evangelio segun San Marcos 8, 11-13

martes, 7 de febrero de
image_pdfimage_print

 

Y salieron los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole un signo del cielo, con el fin de ponerle a prueba. Dando un profundo gemido desde lo íntimo de su ser, dice: «¿Por qué esta generación pide un signo? Yo les aseguro: no se dará a esta generación ningún signo.» Y, dejándolos, se embarcó de nuevo, y se fue a la orilla opuesta.

 

Palabra de DIos




P. Fernando Goicochea

 

Reflexionemos a partir de este Evangelio, de esta presencia de los fariseos que están buscando signos, señales, que en realidad no quieren otra cosa sino ponerlo a prueba a Jesús.

Y Jesús se pone mal, suspira profundamente, está como cansado de esta actitud indagatoria, calculadora, racionalista, que quiere pruebas y pruebas indiscretas. Por eso Jesús pregunta: “¿por qué piden un signo?”, y después dice: “les aseguro que no se les dará ningún signo”.

 

Fijémonos porque en realidad los signos que Jesús hizo, hizo muchos signos, muchas señales; fueron signos y señales solamente para aquellos que creían, para aquellos que no creían no veían nada allí.

Hay una frase que dice que ningún viento es favorable para quien no tiene una meta o un puerto a donde llegar. En realidad esto es lo que pasa para aquel que cree todo le sucede para bien, lo dice en la carta a los romanos capítulo ocho, versículo 28: “Dios dispone de todo para bien de aquellos que lo aman, de los que Él llamó según su designio”. Hay otra traducción que dice que todo concurre para el bien de los que aman a Dios. Sea como sea la traducción es esta la idea, como que Dios estuviera favoreciendo en todo a aquel que cree. ¿Entonces al que no cree Dios le hace el mal? No es así, Dios le hace el bien a todos, pero el que no cree no lo puede ver, porque piensa que Dios está enojado con él, que Dios no lo quiere; entonces en todo desconfía y en todo está viendo y se está sintiendo como perseguido por Dios.

 

Y en realidad Dios le está haciendo el bien a todos, porque lo dice Jesús: “Dios hace salir el sol sobre buenos y malos, manda la lluvia sobre justos e injustos”. Aquellos que creen se sienten bendecidos con la lluvia, agradecen el sol, el que no cree dice: pucha hoy llueve, te das cuenta no podemos hacer lo que queríamos; pero mirá este sol.

 

En realidad todo depende de que nosotros de veras confiemos, creamos en Dios. Cuando esta es la actitud que hay en nuestro corazón, se nos caen las escamas, y podemos comenzar a vivir plenamente la vida porque nos sabemos amados profundamente por Dios.

 

Que esta sea tu experiencia en este día, te lo deseo de todo corazón.

 

Oleada Joven