Evangelio del día según San Juan 3,14-21.

domingo, 18 de marzo de
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De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna.
Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.
En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas.
Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas.
En cambio, el que obra conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras han sido hechas en Dios".

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. Andrés Peirone Sacerdote Salesiano de Don Bosco

 

Hoy la Iglesia nos regala este Evangelio de San Juan, en el capítulo tres, donde se nos dice el mensaje central del Evangelio. Dice que el que cree en Hijo de Dios, en Jesús, no está condenado, porque Dios, que nos amó tanto, nos dio a su Hijo para que todo el que crea en Él no muera, sino que tenga vida eterna.

Este Evangelio es un Evangelio que nos muestra el corazón de Dios. Dios que nos amó tanto. No que nos amó un poco, sino "tanto". Habla de la grandeza del amor de Dios sobre el mundo. Y cuando dice "mundo" dice todos. No dice que amó tanto a los buenos, o que amó tanto los de tal raza, o que amó tanto a estos o aquellos, sino al "mundo"; y vos y yo… todos formamos parte de este mundo al que Dios tanto amó.

Hoy es un día, a la luz de esta Palabra, para alegrarse por el amor inmenso que Dios te tiene personalmente. Un día para agradecerle la paternidad que Él quiere ejercer sobre tu vida con cuidados, con cariño, con detalles que quieren realmente hacerte feliz. Hoy es un día para alegrarse.

Este texto es un texto esperanzador, es un texto en donde nos ánima seguir adelante. ¿Cómo no vas a tener una sonrisa? ¿Cómo no vas a mirar con esperanza?… Si este Dios te amó tanto, y lo que quiere es que tengas vida en abundancia. Hoy es un día para mirarlo y decirle gracias.

 

 

 

Oleada Joven