Evangelio del día según San Juan 8,31-42.

martes, 27 de marzo de
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Jesús dijo a aquellos judíos que habían creído en él: "Si ustedes permanecen fieles a mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos: conocerán la verdad y la verdad los hará libres". Ellos le respondieron: "Somos descendientes de Abraham y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir entonces: 'Ustedes serán libres'?". Jesús les respondió: "Les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado. El esclavo no permanece para siempre en la casa; el hijo, en cambio, permanece para siempre.
Por eso, si el Hijo los libera, ustedes serán realmente libres. Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham, pero tratan de matarme porque mi palabra no penetra en ustedes. Yo digo lo que he visto junto a mi Padre, y ustedes hacen lo que han aprendido de su padre". Ellos le replicaron: "Nuestro padre es Abraham". Y Jesús les dijo: "Si ustedes fueran hijos de Abraham obrarían como él.
Pero ahora quieren matarme a mí, al hombre que les dice la verdad que ha oído de Dios. Abraham no hizo eso. Pero ustedes obran como su padre". Ellos le dijeron: "Nosotros no hemos nacido de la prostitución; tenemos un solo Padre, que es Dios". Jesús prosiguió: "Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque yo he salido de Dios y vengo de él. No he venido por mí mismo, sino que él me envió."



Palabra de Dios

 

 




P. Mariano Cortés Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de 9 de Julio

 

Jesús se dirige a los judíos que habían creído en Él y los invita a que su fe en Él sea más firme. Por eso les dice que si "ustedes permanecen fieles a mis palabras serán verdaderamente mis discípulos, conocerán la verdad y la verdad los hará libre". Permanecer en Jesús y en su palabra nos hace libres, nos da libertad, nos libera, nos hace capaces de optar con libertad por aquello que debemos hacer. Por eso en éste día te propongo que delante de Jesús te preguntes cuáles son aquellas cosas que no te permiten permanecer fiel al Señor, Cuáles son aquellas cosas que te limitan, que te atan, que no te dejan conocer la verdad. Y sobre todo preguntarte también que puede hacer el Señor por vos para liberarte, para poder llegar a conocer a Jesús y en esa verdad, ser libre.

Te dejo en la presencia de la Palabra de Dios para que sea tu alimento y tu guía en éste día, con mi bendición…en el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo, amén.

 

 

 

Oleada Joven