Evangelio segun San Marcos 12,18-27

martes, 5 de junio de
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En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, de los que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron: "Maestro, Moisés nos dejó escrito: "Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero no hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano." Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos; el segundo se casó con la viuda y murió también sin hijos; lo mismo el tercero; y ninguno de los siete dejó hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección y vuelvan a la vida, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete han estado casados con ella." 

Jesús les respondió: "Estáis equivocados, porque no entendéis la Escritura ni el poder de Dios. Cuando resuciten, ni los hombres ni las mujeres se casarán; serán como ángeles del cielo. Y a propósito de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en el episodio de la zarza, lo que le dijo Dios: "Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob"? No es Dios de muertos, sino de vivos. Estáis muy equivocados".



Palabra de Dios




Pbro. Fernando Goicoechea

 

Como siempre tiene una buena noticia para darnos el Señor a través de su Palabra. Hoy los saduceos que son esta secta que no creía en la resurrección, le ponen una trampita o una situación con la cual ellos pretendían afirmar que la resurrección no existía, que no era posible. Le colocan el caso de una mujer que fue esposa de un hombre que falleció, después de su hermano, de su otro hermano, de los siete hermanos, y así todos fallecieron, y al final también muere ella.

 

Entonces la pregunta es en el reino de los cielos, en la vida eterna, ¿de quién va a ser la mujer?; si tuvo a los siete por marido ¿cuál va a ser el que la tenga por mujer?

Y Jesús aclara que en el reino de los cielos nadie va a ser esposo o esposa de, porque en el reino de los cielos ni los hombres, ni las mujeres se casarán, sino que serán como ángeles en el cielo.

 

Nosotros sabemos que el consentimiento matrimonial: “prometo serte fiel tanto en la salud como en la enfermedad, en la prosperidad como en la adversidad, amándote, respetándote durante toda mi vida”; es un consentimiento que es hasta que la muerte los separe, porque la institución del matrimonio es algo temporal, no es algo eterno, el matrimonio es una institución que dura en cuanto viven los dos cónyuges.

Por eso que el cielo estaremos todos como hermanos y junto a nuestro Padre. Esto naturalmente no implica decir que no existirá ningún tipo de recuerdo de los vínculos que hemos tenido como personas; si han sido vínculos en Dios, sea de amistad, sea de matrimonio, sea de trabajo; si ha habido un vínculo más profundo entonces permanecerá, pero en cuanto a la exclusividad que implica el matrimonio.

Estaremos todos como hermanos o hermanas en la presencia del único que es nuestro Padre.

 

Con esto Jesús también está diciendo este grave error que ellos tienen de pensar que la resurrección de los muertos no existe. Dios no es un Dios de muertos, sino de vivientes; si Jesús no hubiera resucitado nosotros seríamos los más tristes e inútiles de todos los hombres, porque estamos viviendo aquí no más que una especie de mímica en el caso de que Jesús no hubiera resucitado.

 

Pero toda la historia nos va mostrando con mucha claridad que Jesús vive, que su presencia está activa en la historia y que por el poder de su Espíritu cada vez más hombres y mujeres se van decidiendo a vivir transformados por esta presencia de Dios.

 

Oleada Joven