Evangelio segun San Mateo 18, 21-29

lunes, 13 de agosto de
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En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús, le preguntó: "Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?". Jesús le contestó: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete".


Y les propuso esta parábola: "Se parece el Reino de los cielos a un rey que quiso ajustar cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía tres mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo". El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios, y, agarrándolo, lo extrangulaba diciendo: "Págame lo que me debes". El compañero, arrodillándose a sus pies, le rogaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré".


Pero él se negó, y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?". Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo si cada cual no perdona de corazón a su hermano". Cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro lado del Jordán.



 

Palabra de Dios

 



P. Juan Martinez

 

En este día estamos celebrando la vida de un amigo de Dios muy arraigado en el corazón de nuestro pueblo creyente, la vida de San Roque Montpellier, amigo de los que atraviesan particularmente enfermedades, cualquier tipo de dolencias.

 

Hoy también nos acercamos a la Palabra de Dios, desde el Evangelio de Mateo, que arranca con un corazón del apóstol Pedro que va al encuentro del Maestro: “Señor ¿Cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga?” El Señor sale al cruce de esta pregunta de Pedro invitándolo a un siempre, sabemos que setenta veces siete no es mucho, sino que es siempre.

 

Hoy también recibimos esta enseñanza del parte del Señor, debemos dejarnos alentar por esta parábola que marca desproporción, una parábola con la que Jesús va a ilustrar a Pedro acerca de que por mucho que sea lo que nosotros tengamos que perdonar, que es real, que es objetivo, que no es invento, que hay heridas que tenemos que perdonar, nunca será en comparación, siquiera una partecita de lo grande que el Señor nos ha perdonado.

Entonces, si hay algo que pone de manifiesto esta parábola es precisamente que aquel que ha experimentado ser perdonado por Dios, otro tanto es a lo que nos desafía en el día a día con los hermanos.

Si todo hubiera terminado en esa parábola podríamos decir que de alguna manera el Señor ilustró y quedó como en una comparación. Lo más difícil de esto es cómo termina hoy el Evangelio: “lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes si no perdonan de corazón a sus hermanos.”

 

Este es uno de los versículos más exigentes del Evangelio de hoy, asumir que el perdón que hemos recibido es el que tenemos que testimoniar, es el que tenemos que ejercitar con otros, es el desafío que nos queda a nosotros.

Por eso te animo a que podamos rezar, pensar y compartir con quienes estamos participando de este momento alguna experiencia honda de perdón que recibiste del Señor, o del Señor a través de algún hermano, o en algún momento de reconciliación que nos ha hecho más comprensivos, misericordiosos con los otros. Sólo es capaz de perdonar, aquel que se ha dejado alcanzar por el perdón.

 

Pidámosle al Señor esta gracia que un día ilustró a Pedro y que hoy nos acerca queriéndonos animar a todos.

 

Que el Señor te bendiga. Que tengas una buena jornada.

 

 

Oleada Joven