Felipe encontró a Natanael y le dijo: "Hemos hallado a aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret". Natanael le preguntó: "¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?". "Ven y verás", le dijo Felipe. Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: "Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez". "¿De dónde me conoces?", le preguntó Natanael. Jesús le respondió: "Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera". Natanael le respondió: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel". Jesús continuó: "Porque te dije: 'Te vi debajo de la higuera', crees . Verás cosas más grandes todavía". Y agregó: "Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre".
Palabra de Dios
Reflexión: P. Guillermo Feldman Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Quilmes
Hoy celebramos la liturgia de la fiesta de San Bartolomé, en algunas ocasiones es llamado Natanael como ocurre en el evangelio de este día. Natanael o Bartolomé fue uno de los primeros discípulos de Jesús y nació en Caná de Galilea.
El evangelio de este día nos presenta el encuentro que este discípulo tuvo con Jesús gracias a la interveción de Felipe que lo invita a acercarse diciéndole: "Ven y verás".
En este punto del Evangelio se me venían al corazón el nombre de tantas y tantas personas que alguna vez se han acercado a nuestra vida para invitarnos a encontrarnos con Jesús.
Ven y verás en boca de papá, mamá, de tantos catequistas, abuelos, amigos y compañeros , que gracias a ellos hoy podemos decir que Jesús es nuestro amigo más fiel. Lo cierto es que gracias a este encuentro de Natanael con Jesús fue el comienzo de la realización de todos los sueños y proyectos que Dios había soñado para su vida. Jesús le aseguró : "Verás cosas más grandes todavía".
Que bueno que la Palabra de Dios nos recuerde cuales son las consecuencias que cada uno de nosotros tenemos al acercarnos a Jesús, un Dios que nos conoce desde siempre, como nos lo recuerda el profeta Jeremías: "Antes de que formaras en el vientre de tu madre, antes que tu nacieras te conocía y te consagré.
Es lo que expreso Jesús en su primer encuentro con Natanael: "Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez", es decir, Jesús habló de su persona, de su intimidad, lo conocía en profundidad y esa revelación llegó a lo más profundo del corazón de Natanael e hizo que de sus labios saliera la más hermosa profesión de fe: "Maestro, tú eres el hijo de Dios, tú eres el Dios de Israel".
Quizás sea una buena oportunidad para promoveer en tu vida estos encuentros personales con Jesús el Maestro, estoy seguro que no vas a quedar defraudado, Él tiene muchas cosas para decirte y darte a conocer. Acercarse a Jesús con un corazón disponible es ir siempre a puerto seguro para que nuestra existencia se encuentre con la Verdad, con el Camino y con la misma Vida.
Te dejo una bendición para este día, amén.