Evangelio según San Lucas 8,16-18

domingo, 23 de septiembre de
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"No se enciende una lámpara para cubrirla con un recipiente o para ponerla debajo de la cama, sino que se la coloca sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Porque no hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado. Presten atención y oigan bien, porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que cree tener".

 

Palabra de Dios

 

 


 

Reflexión : P. David Silva, Diócesis de Cruz del Eje

Estamos celebrando la Memoria de “Ntra. Sra. De la Merced”. El Evangelio de hoy nos invita a renovar nuestra confianza en la cercanía de nuestra Madre. Y renovar nuestra gratitud al Señor por habernos dejado a su Madre, también como Madre nuestra.

 

En época en que los árabes dominaban España, muchos cristianos padecieron la esclavitud y vieron en peligro la fidelidad de su fe y comenzaron a dudar. Allí aparece San Pedro Nolasco (1182-1256) quien al ver tantos cristianos reducidos a esclavos por defender a Cristo, trata de conseguirles la libertad. En la noche del 1 al 2 de agosto de 1218 se le aparece la Virgen y le manifiesta que el camino es fundar una Orden que tomara como carisma especial la tarea de liberar a los presos cristianos.

 

Y así San Pedro Nolasco y sus primeros compañeros visten el hábito y dan por fundada la Orden de los Mercedarios. La Orden se definía como: “Orden de la Merced para la redención de los cautivos” y en virtud de su "cuarto voto", cada mercedario profesaba "quedar en rehenes, si fuese preciso, en lugar de un cautivo, sobre todo si su fe peligraba".

 

En ésta memoria y en la persona de María vemos la cercanía de Dios. De Dios Padre que no abandona a sus hijos. De Dios que es cercano, que consuela, que fortalece, que acompaña, que lleva de la mano a su pueblo y cuánto más en los momentos de dificultad.

 

Y con razón Ella en su Magníficat proclama que Dios “socorrió a Israel, acordándose de su misericordia”

 

Damos gracias a Dios por el papel que nuestra Madre cumple en el plan de salvación. Madre cercana. Madre de misericordia. Madre que quiere la libertad de sus hijos sobre todo de aquello que nos aparta de su Hijo Jesús.

 

 

“Madre Nuestra, Virgen de la Merced, que tu cercanía maternal se manifestó en la liberación de los cautivos, te pedimos que nos concedas la libertad de todo aquello que nos aleja de tu Hijo Jesús. Danos fuerza para alcanzar la libertad de los hijos de Dios y que nos lleve a amar a todos, especialmente aquellos Jóvenes que más necesitan de tu consuelo y que son esclavos de tantos placeres y males que nuestro tiempo les ofrece. Que seamos testigos de la esperanza que no defrauda y que nuestra alegría joven, sea signo de la libertad que tu Hijo nos alcanzó en el misterio de la Pascua. Amén.

Ntra. Sra. De la Merced, ruega por nosotros.


 

Oleada Joven