Evangelio según San Lucas 19,45-48

jueves, 22 de noviembre de
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"Y al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: "Está escrito: Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones". Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo, buscaban la forma de matarlo. Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras."



Palabra de Dios

 

 


 

Reflexión: P. Guillermo Feldman Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Quilmes

 

 

El  Evangelio de Lucas hoy nos presenta a un Jesús distinto al que estamos acostumbrados a ver en los Evangelios, a un Jesús que predica el perdón y la misericordia y que incluso alguna vez expresó que deberíamos ser mansos como palomas. Hoy se presenta a Jesús, diría yo, un poco temperamental, que grita irritado expulsando a los vendedores del templo que lo habían convertido en una cueva de ladrones, lo cual molestó mucho a las autoridades y sacerdotes de aquel tiempo, a tal punto que buscaban la forma de acabar con Él y de matarlo.

 

Frente a esta reacción de Jesús me surgía esta pregunta: hoy en día, pensando en nuestra Iglesia y en nuestra comunidades…¿Existirían motivos por los cuales Jesús se mostraría de esta manera? Y la respuesta es: Seguramente que sí.

Muchas serían las causas por las cuales Jesús reaccionaría de esta manera.., cuando por ejemplo faltamos a la verdad, cuando existen tantas injusticias favoreciendo a muy pocos olvidándose de tantos y tantas hermanos que cada día quedan más al margen, olvidados.

 

Quizás también Jesús reaccionaría así frente a nuestra falta de compromiso con la paz, y sin ir más lejos, por las divisiones, las peleas que muchas veces se generan en nuestras pequeñas comunidades a raíz de incomprensiones, intolerancias, y por tantas faltas de amor.

 

Por eso uno puede entender que esta reacción de Jesús fue auténticamente profeta, si se entiende que un auténtico profeta es aquel que anuncia y denuncia para lograr una transformación en el mundo para que reine la paz, la justicia y la solidaridad.

 

 

Como jóvenes que tenemos tantas ilusiones y esperanzas en nuestros corazones, como discípulos de Cristo también debemos colaborar con la Buena Noticia que Jesús dio durante toda su vida. Debemos hacer realidad nuestros sueños y proyectos, para que nuestra Iglesia, fundada por el mismo Jesús, sea lugar de encuentro con Dios para que refleje su misma esencia: una Iglesia solidaria, fraterna y misionera, donde todos, sin excepción, podamos encontrarnos con ese Dios vivo.

 

Por eso es importante, como hoy nos dice el Evangelio, estar atentos a las palabras de Jesús y estar pendientes de ellas seguramente nos daran la luz necesaria para caminar siempre en la verdad. Y el mismo Jesús abrirá caminos nuevos donde en este momento quizas no existan.

 

Que tengas un buen día. Te dejo la bendición de dios. Amén.

 

 

 

 

 

Oleada Joven