Ya estamos terminando el mes de julio, después sigue agosto y después… diciembre y se acabó el año. O por lo menos ésa es la sensación. Todo nos pasa tan rápido que fin de año de repente se nos viene encima, mientras que, a la vez, todavía falta mucho por caminar. Y las ganas, empiezan a menguar.
Por eso hoy nos pareció interesante invitarnos a hacer un balance, a hacer un pequeño repaso de cómo venimos este año, cuáles de nuestros objetivos se van cumpliendo y cuáles necesitamos reformular, y, por supuesto, recordar o plantear hacia dónde queremos ir.
Tal vez nos damos cuenta de que el panorama cambió completamente de acuerdo con lo que nos planteamos a principio de año, o tal vez vemos que todo va casi de acuerdo a lo ideado. Lo importante es tomarse un tiempo para reflexionar, y que este sea un nuevo punto de partida que nos renueve para continuar trabajando por todo aquello que es importante en estos últimos meses del 2012.
Retomamos parte de lo conversado con la Lic. Marcela Diodati, en el primer programa del 2012 donde nos planteábamos cómo organizarnos comezando el año. Al respecto, Marcela Diodatti decía "No funcionar, no ser máquinas… hay chicos que son muy responsables y terminadas las vacaciones es como que se maquinizan y ya no existe más nada". A lo que agregó la importancia de al menos una vez a al semana no utilizar el despertador, sea que nos levantemos temprano o tarde, pero hacerlo sin la presión del despertador, permitirnos un espacio en donde estemos más relajamos.
En definitiva si contáramos las horas que le dedicamos al estudio y trabajo, nos encontramos con que sumadas en las semanas y meses son muchas, de ahí la importancia de encontrarle un sentido profundo que nos motive. Sería muy triste invertir gran cantidad de horas al día a algo que lo hago apesadumbrado, sin ganas, sin que me termine de gustar. Y en la mitad del año es una buena oportunidad para volver a conectarnos con las motivaciones más interiores detrás de lo que estudio o en el lugar donde trabajo. Mirar con perspectiva, nos trae más sentido y por ende satisfacción.
San Ignacio en los Ejercicios Ignacianos, nos dice que todas las cosas en el mundo han sido creadas para el hombre, para que lo ayuden a alcanzar el fin para lo que el hombre fue creado. Todas las cosas están a servicio del hombre para este fin: los biene materiales, el trabajo, las riquezas, la naturaleza, la salud… Nosotros en este caso podemos agregarle, los deportes, las actividades recreativas, los cursos, talleres, voluntariados… Pero muchas veces estas mismas cosas esclavizan al hombre, no lo dejan cumplir su fin último. Es importante limpiarnos interiormente de todas aquellas cosas que estando a nuestro servicio terminan por hacernos mal. San Ignacio dice que estas cosas hay que usarlas tanto cuanto me ayuden y no me esclavicen, que no me hagan perder libertad ni alegría.
Conforme a esta lógica, que lindo poder preguntarnos en este tiempo que estamos cansados y a la vez nos queda mucho por andar: ¿qué es lo que más me ayuda para este fin para el cual fui creado (la vocación personal)?.
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