Somos seres sociales y por tanto el sentido de pertenencia y estima es muy importante para cada uno. Pero ¿qué pasa cuando comenzamos a sentirnos condicionados por la mirada que los demás tiene de nosotros? ¿Y qué cuando nos encontramos intentando haciendo solo lo que le agrada a los demás?
La necesidad de agradar no es mala en sí misma y es natural en cada ser humano pero cuando ésta se vuelve desmedida nos puede conducir a desarrollar una excesiva dependencia del entorno afectando, incluso, nuestro estado de ánimo.
Es indispensable reconocer cuánto de la mirada de los demás nos importa para evitar alejarnos de nosotros mismos al esforzarnos en no perder la aprobación y/o evitar el rechazo.
Para lograr esto debemos encontrar un equilibrio entre el ser una persona entera y cercana, y el sucumbir a las expectativas de los demás, teniendo en cuenta que agradar a todo el mundo es imposible ya que todos somos diferentes, así como es poco probable que todos nos agraden a nosotros. En este contexto, recordemos que es muy saludable no tomar el rechazo del otro como algo personal.
En La oleada conversamos acerca de ésta temática con el logoterapeuta y psicólogo Rubén Castro quien nos decía al respecto que si bien es bueno dejarse cuestionar por los demás, no permitamos que esto nos lleve a perdernos a nosotros mismos.
Y lo más importante: somos más nosotros mismos cuando estamos en vínculo con los demás; encerrarse en uno mismos es también una manera de devolver una falsa imagen de lo que somos.
Nuevamente recordamos que no es malo buscar agradar a los demás; esto forma parte del conjunto de necesidades que motivan a todos los seres humanos. Y, por último, no desestimemos lo que llevamos dentro, y nos arriesguemos a compartirlo con los demás siendo nosotros mismos.
Te invitamos a escuchar el programa completo haciendo clik en el reproductor que se encuentra debajo del título.
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