Y sí… Ya entramos en las últimas semanas del 2012! Y como todo fin de año, es tiempo de celebrarlo con quienes nos acompañaron en estos 12 meses. Empiezan los festejos con los compañeros de trabajo, los de la facultad, alguno con quien hicimos un viajecito, con los primos, el resto de la familia, y, por supuesto, con los amigos. Y hoy queremos charlar un poco sobre esto: lo significativo y la importancia del ENCUENTRO con el otro para CELEBRAR, nada más y nada menos que la vida.
¿Pero qué sentido le damos a estos encuentros? ¿Cómo vivimos este teimpo celebrativo de despedidas de año, egresos, finales en la facu, recibidas, etc?
Quisimos conversar sobre el tema con el Padre Gustavo Gatto, sacerdote de la Diócesis de Villa María quien nos decía que la alegría es una característica del cristiano. Celebrar la vida es una dimensión muy importante en la vida de todo cristiano.
Pero ¿qué hacer cuando sentimos que no tenemos motivos para celebrar ya sea porque el año ha sido no muy bueno, o porque a ésta altura del año recordamos a los que ya no estan, o porque haciendo balance vemos que los resultados son negativos?
Se trata de darle lugar a la alegría cristiana; esta es un don que incluye la dimensión festiva pero la supera, según nos decía el padre. Uno puede vivir este don aun en medio de situaciones difíciles.
Nos compartió unas palabras de Aparecida que pueden servirnos para vivir y reflexiona este tiempo e invitación a vivir en clave de celebración: “La alegría en Cristo incluye la alegría de comer juntos, el entusiamos por progresar, el gusto de trabajar y de aprender, el gozo de servir, el el contacto con la naturaleza, el entusiasmo de los proyectos comunitarios, el placer de una vida sexual vivida según el evangelio y todas las cosas que el Padre nos regala como signos de un amor sincero.”
Este tiempo de Adviento e muy bueno para hacer el ejercicio de detenerse y hacer silencio interior para recoger todo lo vivido, dar gracias por todo lo bueno y lo no tan bueno reconociendo los motivos que tengo para celebrar.
La sola experiencia en lo cotiadiano de la amistad con Jesús; el sabernos acompañados siempre por su presencia, son motivos más que suficiente para celebrar.
Te invitamos a escuchar el programa completo haciendo clik en el reproductor que se encuentra debajo del título.