¡Valentía para anunciarte!

martes, 12 de junio de
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Querido Señor, me has enviado a este

mundo para predicar tu Palabra.
Los problemas del mundo parecen tan

frecuentemente complicados e intrincados
que tu Palabra me parece embarazosamente simple.

 

Muchas veces, me siento sin palabras cuando estoy con gente

que está hablando de los problemas sociales o económicos del mundo.

Pero vos Señor, dijiste:

“Sean astutos como serpientes e inocentes como palomas.”
Déjame retener la inocencia y

la simplicidad en medio de este mundo complejo.

 

Me doy cuenta de que debo estar informado,
de que tengo que estudiar los muchos aspectos

de los problemas que enfrenta el mundo,
y que debo tratar de entender lo mejor que pueda

la dinámica de nuestra sociedad contemporánea.

 

Pero lo que cuenta realmente es que toda esta información,
conocimiento y conciencia, me permita decir,

más claramente y sin ambigüedades,
tu Palabra llena de verdad.

 

No permitas que los poderes del mal me seduzcan
con las complejidades de los problemas del mundo,
dame la fuerza para pensar con claridad,
para hablar con libertad y para actuar con coraje,
a tu servicio.

Amén.

 

 

Henri Nouwen

 

 

 

 

Maria Carolina Chahin