¡Padre!, Vos me has creado para la felicidad, sáname y libérame
de todo lo que me oprime y no me deja ser feliz. Sana mis miedos, mis complejos, mis inseguridades …mi pecado.
Sáname integralmente ¡Padre!, cuerpo, alma y espíritu. Que todo mi ser glorifique tu Santo Nombre
y pueda ser cada vez más tu imágen y semejanza. Pon armonía dentro de mí, restáurame interiormente.
Quiero abandonarme en vos, como un niño en brazos de su madre.
Porque vos eres Padre y Madre y me llevas en tu seno desde toda la eternidad.
¡Creo en vos Padre!, creo que tu tiempo no es mi tiempo, creo en tu poder,
creo en tu amor, reo que Vos estás sanando, restaurando, liberando,
todo lo que en mí causa dolor, angustia, tristeza …
creo que VOS PUEDES LO QUE YO NO PUEDO, porque yo soy débil, pobre y enfermo.
¡Padre!, me abandono en Vos, con infinita confianza,
te entrego mi vida, así como es, así como está;
Vos conocés hasta lo más hondo de mi ser: “Tu me sondeas y me conoces,
sabes cuando me siento y me levanto. Tú conoces de lejos lo que pienso …
Tú conoces bien todos mis pasos”. Amén!
Hna. Marta Bidone