¡Señor! Somos uno contigo. Vos nos has hecho uno con Vos.
Vos nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros
Vos vivís en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella
con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede
haber entendimiento mutuo si hay rechazo.
¡Señor! Aceptándonos unos a otros de todo corazón,
plenamente, totalmente, te aceptamos a Vos y te damos gracias,
te adoramos y te amamos con todo nuestro ser,
nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu.
Llenanos de amor y uninos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos,
unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo,
y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor.
El amor vence siempre. El amor es victorioso. ¡Amén!
Thomas Merton