¡No te canses de venir!

martes, 11 de diciembre de
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¡Ven, Señor! Sigue viniendo.
No te canses de venir, en espíritu, en palabra, en verdad y vida.
Ven a este mundo que tiene hambre de sentido y de esperanza.
Ven a habitar cada horizonte.

 

Ven a sacudir las inercias, a avivar los amores apagados,

a calentar los hogares fríos, ven.
Ven, de nuevo niño, a mostrarnos esa fragilidad

poderosa del Dios pequeño.
Sigue viniendo, contra viento y marea, contra escepticismos y rutinas,

contra dudas y atrofias.

 

 

Te necesitamos, Señor.

Necesitamos el AMOR, así, con mayúsculas, que Vos nos das.

Necesitamos redescubrirte, en espacios que a veces parecen vacíos.

Por eso te llamamos, en voz baja o gritando.

Cada uno con su acento, suben hasta ti las voces del niño

con sus primeras preguntas, del joven con sus primeras angustias,

del adulto con inquietudes que van echando raíz,

del anciano, que vuelve a ser un poco niño, pero más sabio.

 

 

Te llamamos, a veces con desesperación, y otras con euforia.

Desde la soledad o desde la plenitud que aún aspira a más.

¡Ven amado Señor!
¡Ven, Señor! A nuestra vida, a nuestro hoy. ¡Ven!

Amén

 

 

 

 

Maria Carolina Chahin