Leí hace poco tiempo que el autotitulado ateo mas grande del mundo, reconocido mundialmente, se convirtió en creyente, reconociendo la existencia de un Dios creador.
Lo mas curioso es que lo hizo a través del conocimiento científico.
En realidad como cuenta él mismo, su conversión fue ocurriendo de a poco desde el 2004 en adelante.
Algunos podrían preguntarse porque no sale esta noticia en grandes titulares en los diarios o en los medios televisivos. Otros podrían preguntarse porque los creyentes no hacemos vanagloria de esta noticia. O tal vez podría pensarse que el Papa podría hacer referencia al hecho y enarbolarlo como estandarte.
Los creyentes no hacemos bullicio por estas cosas. Un converso mas siempre es alegría porque es un alma mas que se acerca a la salvación.
Pero a diferencia del mundo y de los que manejan con malas artes los medios de comunicación. Al Papa y a nosotros los creyentes, solo nos interesa el alma salvada, no dar a publicidad un evento circense.
Lo destacable es que este ateo de renombre producirá un efecto dominó en otras personas, que empezaran a replantearse sus creencias o la falta de ellas y resulta muy importante el medio por el cual llegó a su convencimiento, es decir, LA CIENCIA. Llegar a Dios a través del conocimiento científico es un elemento muy llamativo que expresa que:
CIENCIA y DIOS pueden ir perfectamente combinados y termina siendo mas evidente aún porque parte de un ateo acérrimo.
Bienvenido pues al rebaño de Cristo y ojalá muchos mas abran sus ojos a tiempo. María los acompañe.
Recemos por ello.