«Permanezcan en mí, como yo en ustedes»

martes, 8 de mayo de
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Amen la oración. A menudo, durante la jornada, traten de sentir la necesidad de orar, y abandonen la tristeza en la oración. La oración agranda el corazón, hasta el punto que podrá contener el don que Dios nos hace de si mismo. "Pidan; busquen" (Lc. – 11; 9) y su corazón se ensanchará lo suficiente para recibirlo.
La siguiente oración, extraída del libro de oraciones de nuestra comunidad, escogida entre aquellas que recitamos cada día; puede ayudarlos…

«Convirtámonos en ramas verdaderas y fructíferas de la viña de Jesús, recibiéndole en nuestra vida como Él quiera mostrarse:
Como la Verdad… para ser dicha;
Como la Vida… para ser vivida;
Como la Luz… para ser iluminada;
Como el Amor… para ser amado;
Como el Camino… para ser andado;
Como la Alegría… para ser dada;
Como la Paz… para ser extendida;
Como el sacrificio… para ser ofrecido, en nuestras familias y en nuestro barrio».

Madre Teresa de Calcuta (Camino de sencillez)
Extraído de http://evangeliodeldia.org

 

Ramiro Pérez