Si hubiera dos dioses, uno sería el límite del otro; ninguno de los dos sería infinito, ninguno sería perfecto; de modo que ninguno de los dos sería Dios. La experiencia fundamental de Dios que tiene el pueblo de Israel es: < Escucha, Israel: El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno solo> (Dt 6,4). Una y otra vez los profetas exhortan a abandonar los falsos dioses y a convertirse al único Dios: < Yo soy un Dios justo y salvador, y no hay ninguno más. (Is 45, 22)
Material extraído del YouCat, Catecismo Joven de la Iglesia Católica.
Ediciones Encuentro, Madrid 2011
Parte I: Lo que creemos
Nos puede ayudar para la reflexión: