Aprender a perder…

lunes, 16 de enero de

Bienaventurado aquel que consigue recibir con la misma naturalidad el logro y la pérdida…
 

¿Sabés por qué el mar es tan grande?¿Tan inmenso?¿Tan poderoso? Porque tuvo la humildad de ponerse algunos centímetros por debajo de los ríos.
 

Sabiendo recibir, se volvió grande.
 

Si quisiera ser el primero , muchos centímetros encima de todos los ríos, no sería mar, sino isla. Toda su agua iría para los otros y estaría aislado.
 

La pérdida forma parte de la vida.
La caída forma parte de la vida.
La muerte forma par de la vida.
 
                                                                            
Es imposible vivir en plena satisfacción. Necesitamos aprender a perder, a caer, a equivocarnos y a morir.

 
Imposible ganar si saber perder.
Imposible andar sin saber caer.
Imposible acertar sin equivocarse.
Imposible vivir sin saber vivir.
 
 
 
                                                        
 
 
 
 

Si tú aprendes a perder, a caer, a equivocarte, nadie podrá controlarte. Porque lo máximo que te puede ocurrir es caer, errar y perder. Y esto tú ya lo sabes…
 
 

 

Oleada Joven