Sea quién seas

jueves, 3 de mayo de
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Seas quien seas, Dios se fija en ti a título individual.
Te “llama por tu nombre”.
Te ve y te comprende tal como te hizo.
Sabe lo que hay en ti, conoce todos los pensamientos y sentimientos que te son propios,
todas tus disposiciones y gustos, tu fuerza y tu debilidad.
Te ve en tus días de alegría y también en los de tristeza.
Se solidariza con tus esperanzas y tus tentaciones.
Se interesa por todas tus ansiedades y recuerdos, por todos los altibajos de tu espíritu…
Te rodea con sus cuidados y te lleva en sus brazos…
Ve tu auténtico semblante, ya estés sonriente o cubierto de lágrimas, sano o enfermo.
Vigila con ternura tus manos y tus pies; oye tu voz, el latido de tu corazón y hasta tu respiración.
Tu no te amas a ti mismo más de lo que Él te ama.
 
 
Cardenal John Henry Newman
 

 

Oleada Joven