Ser presencia

domingo, 27 de mayo de
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Ser presencia, Señor, es hablar de Ti sin nombrarte;

callar cuando es preciso que el gesto reemplace la palabra.

Ser luz que ilumina el lenguaje del silencio

y voz, que surgiendo de la vida, no habla.

Es decirle a los demás que estamos cerca, aunque sea grande la distancia que separa.

Es intuir la esperanza de los otros y simplemente, llenarla.

Es sufrir con el que sufre y desde dentro, mostrarle que Dios cura nuestras llagas.

Es reír con el que ríe y alegrarse del gozo del hermano porque ama.

Es gritar con la fuerza del Espíritu la verdad que desde Dios siempre nos salva.

Es vivir expuestros y sin armas, confiando ciegamente en Tu Palabra.

Es llevar el "desierto" a los hermanos, compartir Tu Misterio y decirles que los amas.

Es saber escuchar Tu lenguaje en silencio.

Y "ver" por ellos cuando la Fe pareciera que se apaga.

"Ser presencia", Señor, es saber esperar Tu tiempo

sin apresuramientos y con calma.

Es dar serenidad con una paz muy honda.

Es vivir la tensión del desconcierto en una Iglesia que, porque crece, cambia.

Es abrirse a los "signos de los tiempos" manteniéndose fiel a Tu Palabra.

Es, en fin, Señor, ser caminante en el camino poblado de hermanos, 

gritando en silencio que estás vivo y que nos tienes tomados de la mano.



Siervo de Dios Cardenal Pironio

 

 

Oleada Joven