Hablar a oscuras con el que te quiere dar a luz

martes, 24 de julio de
image_pdfimage_print

 

 

-Tenés que nacer de nuevo.
 
-Siendo viejo ¿es posible?
 
-No sólo posible sino necesario.
 
-Es que llevo años viviendo así.
 
-Te lo he dicho, tu vida necesita un nacimiento,
sólo así permanecerá viva.
Sólo un nacimiento la renueva como vida.
Un día no participaste en tu nacimiento, hoy tenés que hacerlo.
Y tenés que ayudar para que eso suceda.
Es eso lo que sentís dentro tuyo y no te atrevés a aceptar.
Pero te aseguro, te va a costar más retener lo que sos,
que parir lo que estoy por darte.
Te esforzás tanto por mantener lo viejo,
que tus débiles fuerzas ya están agotadas.
Y todo, por una seguridad estéril e infecunda,
que ni a vos te convence.
 
-Es cierto, no me convence;
pero es que tengo miedo a imaginar lo que pueda venir;
lo que pasaría si dejo que las cosas sean de otro modo.
Escaparían de mi mano. Por eso me aferro a lo que tengo.
Además, me da miedo pensar en los dolores de ese parto;
no sé si sería capaz de soportarlos, siendo viejo como soy.
Ya los sufrí cuando joven. Y volverlos a pasar otra vez…
la verdad, es que ya, no estoy para esos trotes.
 
-Si supieras que sólo te pido dejar de resistir,
si entendieras que se trata de dejarme a mi
parir tu vida de nuevo, la verías nueva.
Te lo pido: no frenés tu alumbramiento.
Es todo lo que necesito que hagas.
Sólo así vas a ver tu vivir con sentido;
tu futuro como eso posible que sos capaz de construir.
Dejate dar a luz por mi Palabra, que se filtra
por esa rendija de esperanza que queda dentro tuyo;
por ese lugarcito en el que todavía seguís creyendo, seguís buscando.
No tengás miedo; quiero tu bien, ese es mi gozo.
Mi corazón de Padre no se contiene de saber que su hijo está por nacer
y todavía no nace.
 
Javier Albisu sj

 

Oleada Joven