Se puede

lunes, 8 de octubre de
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Se puede empezar de nuevo. 
Y el camino es tan sencillo como difícil.
Hay que empezar de nuevo.
 
Recorrer despacito el camino hacia Belén,
sentirnos rechazados en cada posada,
buscar refugio en un establo,
y sentarnos a la vera del pesebre
para escuchar el primer berrido.
Así, ser José en la valentía y la esperanza,
ser María, en la donación y en la entrega,
ser los pastores de la humildad y sencillez,
ser los reyes resignando la sabiduría a la grandeza.
 
Se puede empezar de nuevo.
 
Seguir creyendo.
Empezar a creer.
Así, más adelante
elegir de nuevo a los doce,
rehacer los milagros;
dar vista a los ciegos perdidos por la plata,
dar oído a los sordos aislados por la tv,
hacer caminar a los que solo saben ir en coche,
resucitar a los que murieron
olvidando la sonrisa, la caricia, el beso,
la música, el llanto…
 
Se puede empezar de nuevo.
 
Y contar nuevamente las parábolas,
volver la vista a los lirios del campo,
repensar la actitud del sembrador
y el destino final de las semillas;
reconstruir la historia de la oveja perdida
y escribir el teleteatro de tantos hijos pródigos.
contar a todos la importancia del fermento en la masa
y la inmensidad de la semilla en la mostaza.
 
Se puede empezar de nuevo.
 
Y sumergirnos en el agua de Juan;
sentarnos a la siesta para charlar con María
y que Pedro en nosotros vuelva a tener
la fuerza del ímpetu y se entregue
cabeza abajo en cruz;
sin más negaciones
porque ya cantaron todos los gallos.
 
Se puede empezar de nuevo, y contagiarnos del otro Juan
para tener el corazón abierto a la amistad, como él.
 
Hay que empezar de nuevo Jesús,
Se puede, cerca de Ti.
Importa descubrirte, encontrarte.
Tu imagen de niño con futuro,
Nos llama e interpela.
Tu rostro de esperanza y de promesa
Nos alienta y nos empuja.
Se puede empezar de nuevo
Y crecer como Vos creciste
Para llegar como Vos
al Padre.
 
 
Autor desconocido
 

 

 

Oleada Joven