Evangelio según San Lucas 21,5-11

martes, 27 de noviembre de
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Como algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo: “De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido”.

 

Ellos le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?”.

 

Jesús respondió: “Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: ‘Soy yo’, y también: ‘El tiempo está cerca’. No los sigan. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin”.

 

Después les dijo: “Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo.”

 

Palabra de Dios

 


 

Padre Raúl Gómez sacerdote de la Arquidiócesis de Mendoza

 

Nos encontramos en torno a la Palabra del Señor. En este día el evangelio nos relata el momento en que unos hombres están contemplando la belleza del Templo y cómo Jesús anuncia que ” no quedará piedra sobre piedra ” y ellos preguntan cuándo sucederá eso. Jesús hace referencia a que vendrán “falsos profetas”, pero todo eso sucederá ” antes de que el fin se acerque “. Por un lado, tenemos que descubrir que no sabemos el tiempo ni la hora en que el Reino de Dios va a llegar a su plenitud, pero debemos estar prevenidos.

 

“Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes” dice Jesús. sin embargo el Señor se manifestará lleno de Poder y debemos estar preparados. Para ello necesitamos ser hombre y mujeres de oración, para velar y esperar al Señor que viene.

 

Quiera Dios que podamos aproximarnos más a su Amor, dejando de lado nuestros límites; pidiéndole al Señor la Gracia de cambia nuestro corazón duro, que muchas veces no sabe perdonar; para decir como el salmista ” Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio “, para que pueda sentir y experimentar las verdades de Dios y así transmitirlas a las personas que Dios va poniendo en nuestro camino.

 

Que esta Palabra no sea motivo para asustarnos de lo que sucederá sino para poner la esperanza en el Señor, sabiendo que para Él nada es imposible y debemos recordar que somos sus hijos muy amados, sus predilectos en quien Él ha puesto toda su confianza.

 

Pidamos al Señor la Gracia de poder velar en oración. Que tengan una bendecida semana.

 

Oleada Joven