Que Emoción! ver flamear nuestro pabellón.
Que la emoción compartida por esta multitudinaria manifestación de Cristiandad, sea una luz en este mundo tan secularizado, y se convierta en la CONVICCIÓN DE SEGUIR EL CAMINO QUE MARÍA NOS INDICA HACIA SU HIJO.
DE COLORES HERMANOS!
Alberto de Iguazú