Evangelio segun San Mateo 6, 24-34

viernes, 25 de febrero de
image_pdfimage_print

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos?

¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos."

Palabra de Dios




P. Federico Piedrabuena  Sacerdote de Schoentätt


 

 

Hola queridos hermanos, hoy el evangelio nos coloca un tema que es muy querido por todos nosotros y se trata de la divina providencia.



Dios nos invita realmente a que aprendamos a depender de Él en todas las circunstancias de la vida y sin duda que esto es un ejercicio de la confianza, cómo depender de Dios y creer que nada me va a faltar y que voy a tener todo lo necesario, cuando pierdo mi trabajo, cuando pierdo a mi novio, mi novia; cuando tengo un problema muy grande en mi familia o un problema económico. Sin embargo esas son oportunidades para que aprendamos de corazón a decir: “Dios yo te necesito”, “Dios vos sos mi salvador”, “Señor yo creo en vos”. No podemos vivir como los pagamos o los que no quieren Dios que dicen: “para mí lo importante es el dinero”, “lo importante es la salud sobre todo”.

Mis queridos hermanos sepamos que Dios cuida de nosotros, no solamente como un padre cuida de su hijo, sino como el mejor padre del mundo cuida de su hijo más amado.

Que Dios te bendiga.

 

 

 

Oleada Joven