Evangelio segun San Marcos 12, 13-17

viernes, 4 de marzo de
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Le enviaron después a unos fariseos y herodianos para sorprenderlo en alguna de sus afirmaciones.
Ellos fueron y le dijeron: "Maestro, sabemos que eres sincero y no tienes en cuenta la condición de las personas, porque no te fijas en la categoría de nadie, sino que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios. ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no? ¿Debemos pagarla o no?".
Pero él, conociendo su hipocresía, les dijo: "¿Por qué me tienden una trampa? Muéstrenme un denario". Cuando se lo mostraron, preguntó: "¿De quién es esta figura y esta inscripción?". Respondieron: "Del César". Entonces Jesús les dijo: "Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios". Y ellos quedaron sorprendidos por la respuesta.

Palabra de Dios

 


 

Monseñor Fernando Maletti  Obispo de la Diócesis de Bariloche

 

Queridos jóvenes, queridos muchachos y chicas, en esta víspera del Miércoles de Ceniza y del comienzo de la Cuaresma, nos presenta la Liturgia de la Iglesia en el Evangelio de hoy, Marcos 12, 13-17 la pregunta que le hacen algunos Fariseos a Jesús. Y la pregunta que le hacen es, si está permitido pagar el impuesto al Cesar o no. En el fondo, si es un pregunta con trampa, si al que abrazo la fe, le tiene que seguir interesando la sociedad. En el fondo si al que opto por la religión, le tiene que seguir importando el prójimo en cuanto al horizonte del bien común.



Ustedes los jóvenes saben muy bien, que se viven tiempos de mucha injusticia, de mucha marginación, donde lo que brilla a veces lamentablemente son los excluidos, son los marginados, donde también muchos jóvenes son presas del facilismo que propone la sociedad, o de una vida sin compromiso como la que a veces nos dice la prensa amarilla o cierta tendencia en los medios de comunicación.



Que importante es que nosotros descubramos que no vamos a ser plenos, felices como personas si no nos comprometemos con la sociedad, si no entendemos que el bien común es mucho más importante que el bien particular. Donde cuando nos encerramos en nuestros propios encierros, cuando nos quedamos anquilosados en nuestros autismos, estamos perdiendo no solo nuestra alegría y nuestro horizonte real y oportuno, sino que también estamos dejando un espacio en la sociedad y en el bien común no sabemos a qué tendencias o a que intereses. Por eso esto de si está permitido pagar el impuesto al Cesar, Jesús lo responde maravillosamente: “Den al Cesar lo que es de Cesar y a Dios lo que es de Dios”.



Que importante muchachos y chicas que aún mirando tantas cosas que no nos gustan en la sociedad nosotros nos zambullamos en el compromiso con el bien común. Para que realmente desaparezcan las causas que hace que muchos jóvenes no tengan horizontes, para que desaparezcan las causas que hacen que muchos jóvenes a veces no encuentren otra alternativa que el alcohol, que la droga, que el sexo sin amor o que el juego, incluso la prostitución. Y que no haya lamentablemente a veces otra alternativa u otro horizonte que encontrar en los efectos los causantes, lo causante de las causas. A veces muchos que están detrás, de que los jóvenes caigan en muchos vicios no aparecen y los condenados son los mismos jóvenes.



Por eso no hay otra alternativa que aunque a veces nos equivoquemos, pero si dejándonos orientar por gente que nos puede ayudar estemos actuando en distintas cosas de la sociedad, puede ser desde un grupo parroquial, desde un compromiso con algún movimiento de Iglesia, desde una cercanía afectiva o efectiva, desde una realidad donde la lectura del Evangelio y la palabra de Dios podamos aplicarlo en lo cotidiano y en la sociedad, pero también puede ser insertándonos en distintas actividades por el bien común que a veces una fundación o una ONG pueden también a los jóvenes brindarles ese horizonte y también pudiendo comprometernos con algo del bien común en política, entendiendo Política con mayúscula por supuesto, el arte del bien común donde hay espacios vacíos donde deben llenarlos muchos jóvenes, con sus lindas ilusiones, con las frescuras de sus compromisos y con el no estar atado a intereses que a veces mezquinan esta noble actividad, que es la actividad del bien común.



Queridos muchachos y chicas, que nos quede picando, cuando estamos tentados del individualismo, del no te metas; las palabras de Jesús: “Den al Cesar lo que es del Cesar y den a Dios lo que es de Dios”. Qué lindo cuando la sociedad en su estructuración y en su prospectiva este cargada de jóvenes con ideales y con inquietudes, y cuanto mejor si esos jóvenes han tenido una opción por Jesucristo.



Que el Señor los Bendiga y acompañe, y que tengan un muy buen día. Y que mañana Miércoles de Ceniza, cuando recemos ese yo confieso fruto de la conversión que nos propone la Iglesia, nos preguntemos que estamos haciendo para que la sociedad cambie para bien.

 

Oleada Joven