Evangelio segun San Juan 6, 52-59

viernes, 13 de mayo de
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 Los judíos discutían entre sí, diciendo: "¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?". Jesús les respondió: "Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente". Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaún.

Palabra de Dios


 

P. Ivanildo Sales Chavez   Asesor de la Pastoral Juvenil del Movimiento Agustinos Recoletos

 

 

Queridos amigos de Oleada Joven y Radio María, una vez más generosamente el Señor nos regala su palabra, esta palabra que siempre nos llega como un signo de su amor inmenso para cada uno de nosotros, un Dios comprometido en orientarnos por los caminos del bien mediante su palabra.

El Evangelio de hoy nos Habla de un amor de Jesús que además de ser grande, es intimo, entrañable como el amor del amigo que quiere compartirlo todo con el amigo del alma.

Jesús que se nos muestra como el amigo que espera una respuesta de amor, es cierto que les pide entrega, en realidad lo que El nos exige es para seguir regalándonos su intimidad y su amistad; no son mandamientos duros ni cargas pesadas, Jesús solo nos pide lo que nos puede hacer felices, lo que nos conviene, es decir nos pide hoy que nos amemos. El amor es el verdadero fruto que Jesús espera de nosotros

El origen, la fuente de nuestro amor no esta en nosotros, sino en El que nos amo primero. Dios tiene siempre la iniciativa, el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones nos va a decir San Pablo, y todo esto nos habla de un don que nosotros recibimos, antes de que pudiéramos saber algo, antes de que pudiéramos hacer algo, hemos sido amados, nosotros somos apenas llamados a responder a este amor.

Como dice una cierta canción quizás conocida, el amor de Dios es un amor que va de puerta en puerta y que bajo sonrisas El te espera. Ojala podamos dejarnos encontrar por este amor, ojala podamos dejarnos seducir por la mirada de Jesús.

Que Dios los bendiga y la Madre los cubra con su manto.

 

Oleada Joven