Evangelio segun San Juan 10, 22-30

lunes, 16 de mayo de
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Se celebraba entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno, y Jesús se paseaba por el Templo, en el Pórtico de Salomón.  Los judíos lo rodearon y le preguntaron: "¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si eres el Mesías, dilo abiertamente". Jesús les respondió: "Ya se lo dije, pero ustedes no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas.  Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos.
Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre.  El Padre y yo somos una sola cosa".

Palabra de Dios


 

P. Gustavo Gatto   Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Villa María



 

 

Hola queridos amigos y amigas de este espacio de encuentro que es la Oleada Joven. Hoy el Señor nos dice en el Evangelio “Mis ovejas escuchan mi voz, Yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna”. ¿Qué es esa vida eterna que nos ha venido a traer Jesús?

 

Que interesante esto, no? El documento de Aparecida que es este acontecimiento de gracia en la Iglesia de Latinoamérica, esta reunión de los obispos en aparecía que nos manda como el camino de nuestra Iglesia en Latinoamérica, tiene su eje en el tema de que Jesús nos ha traído y nos ha venido a traer vida. Y cuando el documento se pregunta “¿Qué es esta vida que Jesús nos ha traído?”, dice algo mínimo, como por ejemplo “Que la amistad con Jesús no nos exige renunciar a nuestros anhelos más profundos”.

 

A veces nos da la sensación o cuando uno conversa con los jóvenes, que hay chicos y chicas que tienen miedo de que si van a la Iglesia, si viven la fe van a dejar de ser normales, van a dejar de poder vivir las cosas que vive un joven, y al contrario, el encuentro con Cristo, la vida que nos trae Jesús hace que todas estas realidades de la vida del joven la vivamos de una forma mucho más plena y que todas aquellas realidades que quizá nos parecen normales en la vida de los jóvenes pero que nos quitan la vida, a esa le digamos que no.

 

Pero Jesús, como decía el Papa, no nos quita nada, al contrario nos da todo lo que nos hace la vida más hermosa, más bella, una vida digna de ser vivida. Y también dice el documento de Aparecida, que la vida en Cristo incluye que la incluyamos por progresar, el gusto de trabajar, la alegría de comer juntos, el contacto con la naturaleza, el entusiasmo por proyectos comunitarios, el placer de la sexualidad vivida según el Evangelio; y podemos decir muchas cosas más, la vida en Cristo incluye el estar juntos, en tener amigos, en compartir momentos sanos de diversión, en poder tener nuevos aprendizajes, en aprovechar las cosas positivas que nos da la tecnología, el interesarnos por los demás, Jesús no nos quita nada. No le tengamos miedo a Jesús, porque es el Dios de la vida y aquel que lo ha descubierto sabe que vive su vida de una forma más hermosa.

 

Que tengas una linda semana.

 

 

Oleada Joven