Evangelio segun San Mateo 9, 1-8

jueves, 30 de junio de
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En aquel tiempo, Jesús subió de nuevo a la barca, pasó a la otra orilla del lago y llegó a Cafarnaún, su ciudad.  En esto, trajeron a donde él estaba a un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralítico: «Ten confianza, hijo; se te perdonan tus pecados».  Al oír esto, algunos escribas pensaron: «Este hombre está blasfemando».
Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo:  «¿Por qué piensan mal en sus corazones? ¿Qué es más fácil: decir “Se te perdonan tus pecados”, o decir “Levántate y anda?” Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados –le dijo entonces al paralítico–: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa».
El se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, la gente se llenó de temor y glorificó a Dios, que había dado tanto poder a los hombres.

 

Palabra de Dios.

 

 


 

P. Luís Cruz    Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Santiago del Estero

 

 

Hoy en este jueves donde, creo que este Evangelio donde se glorifica a Dios por haber dado semejante poder a los hombres, me parece que aquí en este milagro, o en esta vida pública de Jesús, donde hace presente unas de las opciones o unos de los mandatos de su Padre; si nosotros recordamos el Evangelio de San Mateo del Capítulo 4, donde Jesús comienza su vida pública, donde profeta Isaías que hace referencia al Espíritu de Dios está sobre mi, me ha enviado a curar a los enfermos, expulsar los demonios, devolver la vista a los ciegos, hacer caminar a los paralíticos y después va a decir Jesús y después va a decir Jesús, esta palabra hoy se acaba de cumplir en este tiempo. El Espíritu del Señor está sobre mi y está sobre Jesús, este espíritu que impulsó al Maestro a cumplir la voluntad de su Padre, especialmente lo que refleja en e Evangelio, de esa curación de este hombre, que incluso le va a decir tus pecados te son perdonados, levántate y camina y es cumplir la Voluntad del Padre, simplemente lo que estaba haciendo Jesús es mostrar esa misión que el Padre le había encomendado. Durante su vida pública Jesús siempre, siempre, mostró la sabiduría de Dios, la misión que su Padre le había encomendado.



Con esta misión Jesús les encomienda a los apóstoles, este Jesús que es un verdadero Maestro, un Maestro que le va enseñando con palabras a los discípulos, a los apóstoles, pero les enseña a donde ellos también pueden ir mirando, pueden ir comprendiendo lo que les está diciendo. En los distintos milagros que Jesús va produciendo, va haciendo visible la presencia, el Amor de Dios, la cercanía de Dios frente a los hermanos mas necesitados, toda una enseñanza para los apóstoles.



Hoy creo que este día es una enseñanza muy grande no solo para los apóstales sino también para nosotros y es también la misma misión que su Padre le confía, le confía a los apóstoles y hoy también nos confía a nosotros. "Vayan de pueblo en pueblo y anuncien el Evangelio, curen enfermos y expulsen demonios" dice Jesús. Lo que Él ha hecho, nos pide también a nosotros. Lo importantes es que nosotros sepamos mirar nuestra realidad, sepamos escuchar los gritos de nuestra sociedad, podamos contemplar, decir " bueno, esto es lo que esta viviendo mi hermano, esto es lo que está viviendo la humanidad" entonces, dar respuesta frente a eso.



Jesús lo que hace es mirar la necesidad, incluso, pregunta y responde, también nosotros que podamos escuchar esos gritos y podamos responder desde la propuesta de Dios, con esta misión que él nos encomienda a nosotros, de llevar este mensaje, la Buena Noticia, hacernos nosotros mensaje de la Buena Noticia, para el otro que está enfermo, postrado o aquella perdona que mas lo necesite. Que esa persona pueda descubrir el rostro de Dios, a la cercanía de Dios en cada uno de nosotros. Podemos nosotros también decir, y dialogar con Jesús, como lo hace también en este texto. Jesús incluso, le pide que se levante y camine. ¡Qué bueno que nosotros podamos hacer caminar a tantas personas que muchas veces andan por las calles, andan por la ciudad, pero no caminan por esa propuesta y ese camino que es el mismo Jesús! "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida".  Que nosotros podamos también ayudarlos a descubrir ese camino, que le podamos tender la mano para que se levante, muchas veces de que están postrados al borde del camino y que necesitan que alguien le tienda la mano, que nosotros podamos como cristianos decirles, Levántate y camina, las palabras tan fuertes y tan lindas y tan llenas de sentido, para que nosotros también podamos orientar a tantos hermanos a que ellos también, incluso puedan empezar a caminar, peregrinar en la propuesta de Jesús.



También creo que nosotros podemos dejarnos expresar por el hermano que esta al frente, que el pueda decir "levántate y camina" y que nosotros también podamos levantarnos de muchas cosas que nos están pasando día a día, para que podamos seguir trabajando, apostando y caminando por la propuesta de Jesús. Es dejar muchas veces la pereza, rencores, el desaliento que muchas veces invade nuestro corazón, para que uno pueda siempre estar, mantenerse de pie, levantarse a pesar de las caídas y caminar junto a mi hermano que es la imagen y semejanza de Dios. Desde ahí entonces, podemos nosotros orientar para que muchas personas puedan también, levantarse y caminar, como dice Jesús al paralítico: "Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa" El se levantó y se fue a su casa. Y donde nosotros también podemos orientar a la casa de Dios a la casa del Padre, a la casa, que es muchas veces el corazón humano, donde está la presencia y el Amor de Dios, donde se instala para que uno pueda descubrir y hacer que esa persona vuelva a si mismo y mire su corazón e interior, y desde ahí entonces, poder descubrir la presencia y el Amor de Dios, desde ahí entonces, se levanta y se camina y propone con acciones concretas a muchos hermanos.


 

Oleada Joven