Evangelio según San Lucas 11, 1-4

martes, 4 de octubre de
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Un día, Jesús estaba orando y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:
«Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos».
Entonces Jesús les dijo:
«Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu nombre, venga tu Reino; danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, puesto que también nosotros perdonamos a todo aquél que nos ofende, y no nos dejes caer en tentación».



Palabra de Dios






P. Mariano Cortes Asesor de la Pastoral Juvenil de 9 de Julio

 

En el texto vemos a Jesús que ora, que reza, también vemos a sus discípulos que quieren aprender a rezar y que les piden que les enseñe. También vemos a Jesús que les enseña a orar y que nos enseña a todos nosotros, esa oración tan hermosa, tan profunda y la principal de nosotros los cristianos, la oracion del  Padre Nuestro. Al contemplar todo esto, al ver a Jesús rezando, al verlo como reza, como ora; nos podríamos preguntar en primer lugar si nosotros ¿rezamos?  ¿cuál es nuestra actitud frente a Dios  cuando nos ponemos a rezar?   Si es la actitud la de un hijo que confía en el Padre que lo escucha, que lo entiende, que lo proteje, que esta al lado de el o si es lo contrario, la actitud de aquel  que pide, que exije o que esta pidiendo  a cambio de algo otra cosa.


También podríamos decirle al Señor como los discípulos "Señor enseñanos a orar, que al verte rezar  nosotros aprendamos también a rezar, aprendamos a confiar en nuestro Padre Dios. Señor enseñanos a rezar, enseñanos a confiar en tu Padre"

 

Te dejo en la presencia de la Palabra de Dios para que tu luz y tu alimento y con mi bendición en el nombre de Padre, del Hijo y de Espíritu Santo Amén.

 

Oleada Joven