Por aquellos días, Jesús se retiró a la montaña a orar y se pasó la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles. Eran Simón, a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el hijo de Alfeo, Simón, llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Palabra de Dios
P. José Navarro Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Tucumán
Si uno ve el texto de hoy del evangelio lo vemos a Jesús orando mucho tiempo, dialogando la noche entera con su Padre Dios. Jesús mismo, en su corazón humano, necesitaba buscar ese tiempo de intimidad orante, y no le bastaba una hora; por eso se pasa toda la noche en oración.
Pero, ¿por qué pasa Jesús la noche entera en oración? Porque Jesús a la mañana elige a sus doce discípulos. ¡¡Y los llama a cada uno por su nombre!! Por tanto no elige al azar, sino que esa elección es fruto de toda una noche en oración, es una elección madurada en la contemplación.
Muchas veces la vida nos pone ante situaciones en las que hay que tomar ciertas decisiones, hacer elecciones… obviamente que la decisión es fácil cuando la cosa pasa por elegir entre algo bueno y algo malo, porque siempre se elige lo bueno; ¡¡la cuestión es cuando uno tiene que elegir entre dos cosas buenas…!!¡¡Que hago!!! Y bueno…entre dos cosas buenas hay que elegir la mejor, la más noble, y jugarse por lo elegido…
Por eso es necesario orar mucho, consultar nuestras decisiones importantes con Dios, para no dejar que nuestra vida transcurra en la superficialidad, sino que nuestras vidas sean profundas; es muy bueno perder el tiempo con Jesús en la oración. Siempre que puedas y andés cerca de una Iglesia, pasa un ratito por el sagrario, porque allí está Jesús; visitalo un ratito, pasá a saludar a tu Amigo. Y más si tenés de decisiones importantes que tomar…