Evangelio según San Mateo 5, 1-12a

lunes, 31 de octubre de
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En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles: "Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo."



Palabra de Dios

 

 


 

P Gustavo Gatto Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Villa María



Celebramos en este comienzo de noviembre con toda la iglesia la solemnidad de todos los santos que durante el año vamos celebrando distintos santos, distintas santas, distintos apóstoles, mártires.

 

Los pastores religiosos, santos de distintas épocas, vivieron el evangelio de distintas formas. Hoy la iglesia reúne a todos los santos en una sola fiesta para celebrar tanbién a aquellos que están también en el cielo pero que quizás no están canonizados, no están puestos para que nosotros le realicemos un culto público.

 

Me gustaría que reflexionemos sobre nuestro llamado a la santidad, celebrar la fiesta de los santos es volver a entusiasmarnos con este llamado que hemos recibido en el bautismo, es nuestra primera vocación nuestra primera tarea Ser Santos. Yo me acuerdo que cuando tenia 15 años y un sacerdote dijo: ¿saben cuál es la mejor manera de ser santos? La más eficaz es querer serlo. Querer ser santo, entusiasmarse con este llamado, tomarlo como una tarea y no es que nosotros estemos llamados a ser santos de una vida aburrida. El santo es el que vive la amistad con Jesús, que vive el evangelio en el momento en que está según su capacidades y también con sus límites.

 

Qué lindo es encontrar jóvenes que viven, aún en medio de las contradicciones propias de la vida, el llamado a la santidad y se entusiasman con ella. Por eso en este día de todos los santos que el Señor nos regale volver a entusiasmarnos con esta vocación de ser santos.


Que tengas una buena semana!!

 

 

Oleada Joven