Evangelio segun San Lucas 17, 1-6

domingo, 6 de noviembre de
image_pdfimage_print

 En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: 

«No es posible evitar que existan ocasiones de pecado, pero ¡ay de aquél que las provoca! Más le valdría ser arrojado al mar con una piedra de molino sujeta al cuello, que ser ocasión de pecado para la gente sencilla. Tengan, pues, cuidado. 

Si tu hermano te ofende, trata de corregirlo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si te ofende siete veces al día, y siete veces viene a ti para decirte que se arrepiente, perdónalo».

Los apóstoles dijeron entonces al Señor:

«Auméntanos la fe». 

El Señor les contestó: 

«Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a ese árbol frondoso: Arráncate de raíz y plántate en el mar, y el árbol los obedecería».



Palabra de Dios

 


 

De nuestra redacción

 

En el evangelio de este día Jesús nos deja una invitación clara a ser miseridordiosos con nuestros hermanos.  A no convertirnos en una piedra en su camino sino por el contrario, a acompañarlo con una mirada libre de prejuicios y con un corazón dipuesto a perdonar todas las veces que sean necesarias.

¿Pero cómo hacer para salirnos del malestar y el enojo que nos provoca la ofensa retitrativa de un amigo, un hermano, un compañero de trabajo?  ¿Cómo hacer para no solo perdonar, sino también intentar corregir con caridad? Los discípulos nos muestran cómo. Ellos le piden al Señor que aumente su fe ya que ésta gracia orientará sus vidas, las edificará sobre roca firme y los guiará por el camino del amor. De esta manera, como dice el Papa Benedicto XVI “La fe —fiarse de Cristo, acogerlo, dejar que nos transforme, seguirlo sin reservas— hace posibles las cosas humanamente imposibles, en cualquier realidad.”


Pidamos en este día que el Señor nos renuve en la gracia de la fe para que podamos aprender a amar más y mejor, para no provocar mal a nadie, para ser generosos y misericodiosos a la hora de perdonar a los demás.

 

Oleada Joven