14/01/2019 – Emanuel Barrios es de Goya, la segunda ciudad de la Provincia de Corrientes, es profesor de psicología y trabaja en un colegio católico donde da clases de psicología, enseñanza religiosa y formación ética. También es electromecánico (aunque no ejerce) y pronto terminará la Licenciatura en Ciencias de la Educación. Con el tiempo, y viviendo diferentes experiencias, concluye en que “mi mayor pasión la descubrí en los jóvenes”.
Emanuel, junto al grupo Getsemaní de 30 chicos al que acompaña, participó de la misión de verano, en Colonia Progreso, un pequeño poblado a 20km de su ciudad. Es el 3º año que visitan esa comunidad, por lo que las personas se preparan para recibirlos cada enero: “la gente arreglaba su casa y hasta preparaba algo para esperarnos como mate, pan dulce, o cocinaba una torta o en algunos casos los invitaban a almorzar”.
Durante la misión, la jornada comienza a las 7 de la mañana con el desayuno – que implica que un grupo se levante antes para prepararlo – y tras la oración de la mañana comienzan las visitas a las casas. Por las tardes, preparan 3 encuentros: uno con una propuesta para niños, otro para jóvenes y el tercero para las familias. Y hasta compartieron una fiesta con el pueblo, como celebración por el cierre de los 3 años de misión.
Getsemaní, el nombre del grupo juvenil, desde la etimología de la palabra es una“prensa de aceite o aceitunas” y tal vez, cuenta Emanuel, “nuestro grupo si sea una prensa, donde podemos concentrar todos nuestros sueños”.
Este nombre que denomina el grupo, es tomado del evangelio de Marcos 14, 32-42 donde Jesús va a orar a el huerto de Getsemaní, donde Jesús invita a los discípulos para que lo acompañen a orar. Al notar que se dormían, Jesús les dice: “Permanezcan despiertos y oren para no caer en la tentación, porque es espíritu está dispuesto, pero la carne es débil» Mc, 14,38.
“Y es la debilidad que se refleja en nuestras vidas las que vemos expresada en este texto, y es lo que acompaña a nuestro grupo, que a pesar de esas debilidades y tentaciones, queremos seguirlo, como dice la letra de la canción del sacerdote y compositor Eduardo Meana, basada en el texto antes citado: “Más allá de mis miedos, más allá de mi inseguridad, quiero darte mi respuesta: aquí estoy, para hacer tu voluntad, para que mi amor sea decirte sí, hasta el final.” cuenta.
Para nosotros entonces “Getsemaní” es el lugar donde buscamos que el amor no sea solo un sentimiento pasajero, en este espacio queremos hundir más hondo nuestra raíz en Cristo, y cimentar con solidez nuestro afecto aún sabiendo de la fragilidad de nuestro corazón.
Para Emanuel “mi sincero acompañamiento en Getsemaní, es intentar poner la vida de cada joven en la palma de la mano de Jesús (aun con mis propias debilidades y sin sentirme digno de la tarea que me es asignada como coordinador) buscando en mi Getsemaní, ser fiel y despierto más allá de mis inseguridades y mis miedos…”.