Crecer forma parte de la vida, es una realidad de la que no podemos escapar. Muchas veces elegimos crecer, y en otras oportunidades pueden existir resistencias. Se conoce como "fenómeno o síndrome de Peter Pan", a esta situación en que la persona no quiere crecer, y prefiere permanecer como niño o joven, evitando tomar responsabilidades, hacerse cargo de la propia vida, madurar y tomar decisiones. Es un estancamiento en la evolución de la personalidad.
Aunque existe como fenómeno desde hace mucho tiempo, desde hace algunos años se lo conoce con esta denominación. Las causas de esta problemática son de las más variadas e incluye la sobreprotección de los padres, el miedo a lo desconocido, el temor al fracaso o a la soledad y la inmadurez afectiva. Otro factor importante es la cultura posmoderna con la expansión de la sociedad de mercado, los altos índices de consumismo y el individualismo, la exaltación de la imágen en donde son sobrevaloradas la juventud, la belleza y el cuerpo.
Consultada sobre el tema la Lic. María del Carmen Ramaciotti, licenciada en psicología, comentó que "lo caracteristico de este tiempo es que cada vez se hace más dificil establecer cuándo termina la adolescencia y comienza la etapa de la vida adulta. Hoy estamos hablando que la adolesciena es el periodo de la vida más extenso con un promedio de 24 años, se comienza a los 11 y puede terminar a los 24 años. Por eso creo que tiene que ver con una enfermedad, no sólo con un negarse a crecer, sino también con un no poder". Del mismo modo la juventud se extiende, en algunos casos, hasta los 35 años.
También se da la situación de los padres que dificultan el que los hijos "despeguen". Los padres atraviezan un duelo por el hijo que se va, y a su vez el hijo también, al abandonar la casa de sus padres y enfrentarse al desafío del hogar propio. La importancia de descubrir los beneficios que la vida adulta trae y revalorizarla, animandose a renunciar a muchas comodidas por algo más grande: la posibilidad de realizar la propia vida, ir atrás de los sueños y el proyecto de vida propio.
El evangelio lo plantea cuando Jesús, dirigiéndose a quienes lo escuchaban les decía: "El que quiera seguirme que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga". Toda una invitación a hacerse cargo de la propia vida, con responsabilidad y decisión.
Podés escuchar más de la conversación con la Lic. María del Carmen haciendo clic en el reproductor abajo del título
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