“Jesús, que por mí te has hecho hombre,
te pido que te conozca internamente,
como un amigo conoce a un amigo,
para que más te ame y te siga.
Enséñame a ser como Tú:
a amar con tu corazón, a sentir con tus sentimientos,
a gastar y desgastar mi vida amando
y sirviendo a los demás”.
Inspirada en San Ignacio de Loyola.