Había pedido a Dios
fuerza para alcanzar el éxito,
El me hizo débil
para que aprenda humildemente a obedecer.
Había pedido salud
para hacer grandes cosas,
me ha dado la enfermedad
para que haga cosas mejores.
Había pedido riqueza para poder ser feliz,
me dio la pobreza
para poder ser sabio.
Había pedido el poder
para ser apreciado de los hombres,
me dio la debilidad
para poder sentir la necesidad de Dios.
Había pedido cosas
para poder gozar de la vida,
recibí la vida
para poder gozarme de todas las cosas.
No tengo nada de lo que había pedido,
pero he recibido todo lo que había esperado.
Casi a pesar de mí mismo,
mis oraciones sin formular
han sido contestadas.
Gracias Señor!
María Luisa Brey