Dios mío, quiero estar siempre contigo
ya que solo así estoy en la verdad sin extraviar el rumbo.
Unido a Vos los pesos se hacen más livianos,
brilla más el sol y se encienden las luces apagadas.
Al creer en Vos no persigo espejismos,
no sueño con una vida fácil, no espero un camino sin espinas.
Sé que todos pasamos por el árido desierto,
sabemos del dolor y llevamos nuestra propia cruz.
Sin embargo, la fe me sostiene,
el amor me inspira y la esperanza me da alientos para insistir.
Señor, eres mi refugio y mi Buen Pastor,
eres mi fuente de energía, mi luz y mi descanso.
Cuando los discípulos iban con Jesús en la barca
lo despertaron muertos de miedo ante una tormenta.
También mi fe a veces es vacilante…
ayúdame a creer, alejar las dudas y confiar en ti sin titubeos.
Amén!
Gonzalo Gallo G.