Jesús enseñame a seguir tus impulsos de amor,
enseñame a intentar cada día reaccionar mejor.
Vos conocés mi debilidad y sabés cuanto
me cuesta cambiar mi forma de vivir,
sabés cómo me arrastra muchas veces el egoísmo,
el orgullo, la comodidad o la tristeza.
Pero enseñame a intentar otra manera de encarar la vida.
porque sé que bastan esos pequeños intentos para ir
cambiando poco a poco mi existencia.
Vení con tu espíritu a tocar mi inteligencia, mi imaginación,
mis capacidades, mis gestos, mi sensibilidad.
Tocalo todo con tu gracia, para que me decida
a cooperar contigo y así aprenda a vivir mejor.
No quiero conformarme con pedirte una nueva vida.
Sé que tengo que entregar algo de mí para alcanzarlo.
Amén.
Víctor Manuel Fernández