Para comenzar este viaje divino vamos a buscar unos buenos guías y compañeros de camino. Personas que han transitado antes que nosotros por las sendas del aprender a rezar.
Ellos serán nuestros amigos y maestros en el camino de la oración.
Por eso vamos a usar las cartas de ruta, los mapas que nos han dejado para este viaje.
Estos mapas de ruta de los que nos ayudaremos son principalmente dos: el testimonio autobiográfico de sus propios recorridos de oración, lo que escribieron de su propia experiencia; y lo que escribieron para ayudar a otros, hoy nosotros,
Vamos por los nombres de nuestros guías. Ellos son Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz. En adelante, Teresa y Juan.
Como lo que escribieron es de hace muchos años, vamos a necesitar un poco de agudeza para captar los códigos que usaban en su época (S. XVI), y formatearlos con los nuestros.
Lo bueno de este viaje es que no vas a repetir los pasos de otros, sino que cada trayecto está ahí, como un ámbito inédito e intacto para que vos lo descubras y lo llenes de tu presencia y tus propias huellas…
Alguien estará siempre a tu lado, habitará tus silencios y escuchará tus palabras, se te hará alimento continuo y no te dejará. Así que nada temas, porque Él: Jesús, el amigo verdadero que nunca falla (como le gustaba decir a Teresa) estará siempre con vos…