AMOR, condición fundamental para orar

viernes, 30 de septiembre de
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Habíamos quedado en que cuando le pedimos a Teresa de Jesús que nos enseñe sobre la oración, ella nos dice que lo necesario para ser orantes es: amor, pobreza y humildad.


Ahí vamos al amor entonces!!


¿Por qué es la primera virtud o condición que Teresa menciona para el camino de la oración? Porque la oración en su esencia es la puesta en acto del amor de Dios, y la respuesta de nuestro amor. Es el amor ida y vuelta en ejercicio. Porque "no está la cosa en pensar mucho, sino en amar mucho" (4Moradas 1,7; F 5,2).


La oración tiene como fundamento el ser "siervos del amor, que no me parece otra cosa (ser orantes), ser siervos del amor, que determinarnos a seguir por este camino de oración al que tanto nos amó" (V 11,1). Y dice Teresa: "Quizá no sabemos lo que es amar y no me espantaré mucho; porque no está en el mayor gusto, sino en la mayor determinación de desear contentar en todo a Dios" (4M, 1,7); y la más cierta señal de que amamos a Dios "es guardando bien el amor del prójimo; y estén seguros que mientras más en esto se vean aprovechados, más lo están en el amor de Dios; porque es grande el que Dios nos tiene que en pago del que tenemos al prójimo, hará que crezca el que tenemos a Él por mil maneras; en esto yo no puedo dudar" (5M 3,8).


Fijémonos en lo importante de lo que venimos diciendo… uno a veces se hace una idea de la vida contemplativa, y piensa que la oración-contemplación es para algunos pocos que quedan alejados de nuestro mundo; basta con pensar en monjas y monjes que llevan una vida de oración y uno cree que están "en las alturas"; sin embargo, veamos que Teresa que es Maestra de Oración en la Iglesia, nos desinstala de nuestras falsas ideas y nos dice que orar-contemplar es amar, que no tiene que ver con recluirse fuera de la realidad en un estado de éxtasis espiritual. Orar nos hace más cercanos a nuestros hermanos, porque no podemos amar a Dios a quien no vemos si no amamos a nuestros hermanos.


Determinarse a ser orantes no es otra cosa, en definitva, que determinarse a ser amantes, de Dios y de nuestros hermanos.

Embarcate en esta aventura y pedile a Jesús que te ponga en el corazón su mismo amor!!


Dice nuestra otra maestra, Tersita del Niño Jesús, que Dios, cuanto más quiere dar tanto más hace desear…


DESEAR, ORAR, AMAR…. No vayas por menos de esto en la vida!!!
Animate a ser siervo del Amor!!!

 

Oleada Joven